viernes, 11 de febrero de 2011

Con suerte, hay Esperanza

No recuerdo donde, leí que para que un político triunfe, además de las circunstancias propias de su condición, debe tener suerte. En el caso de Estados Unidos, el ejemplo es Barack Obama, que salió de la nada para alcanzar la Presidencia; por contra, McCain, un político con experiencia, ya ha caído dos veces en el intento, la primera hace diez años en las primarias ante Bush, y la segunda en las últimas presidenciales de hace dos años ante el propio Obama.

En el campo de la política española la cosa es semejante. Zapatero apareció desde su anónimo sillón de diputado, se alzó con el liderazgo del PSOE, y desde ahí, en función de unos espantosos atentados terroristas, alcanzó la Presidencia del Gobierno. Por contra, Rajoy, teóricamente destinado a esa Presidencia, ni ganó esas elecciones ni las siguientes, a pesar del desgobierno socialista a lo largo de toda la legislatura.

Es evidente que si Rajoy no llegara a la Presidencia del Gobierno el año próximo (cosa sobre la que, a pesar de las encuestas totalmente favorables, aún tengo mis dudas) su desaparición política sería segura. Y en el campo de la sucesión de Rajoy los únicos que veo con posibilidades serias son Gallardón y Esperanza Aguirre. Del primero cabe decir que, a pesar de sus éxitos electorales, primero en la Presidencia de la Comunidad de Madrid y luego en la alcaldía capitalina, ha intentado por todos los medios habidos y por haber colarse como número uno del PP, y hasta ahora no lo ha conseguido. De la segunda se puede señalar que, después del cambiazo de Aznar entre candidaturas de presidencia y alcaldía en Madrid (ay, el dedo, el dedo) estaba destinada a quedarse cuatro años en la oposición de la comunidad, y llego a presidenta por aquellas abstenciones de dos diputados socialistas por oscuros intereses inmobiliarios; y desde ahí, ha llegado a ser, casi sin quererlo (casi, digo), una alternativa de esperanza (sin juego de palabras) a la miserable situación política que atraviesa España, no solamente por culpa del gobierno socialista, sino también (y, añado, sobre todo) por culpa de la oposición pepera, que en los últimos tiempos no sabe decir las cosas como son, y se ha convertido en una especie de sombra de Zapatero, que le sigue por donde va, pero sin iniciativa propia, renegando de sus creencias o defendiéndolas con la boca chica.

En medio de todo ese panorama se alza Esperanza Aguirre, que tiene defectos, y muchos, porque de lo contrario no sería una triunfadora de la política, pero que al menos se atreve a llamar a las cosas por su nombre, tanto con los de afuera como con los de adentro. Tal vez ella fuera capaz de poner orden en todo este sistema político español que da la impresión que cada día se corrompe un poco más, y que de seguir así pudiera llegar a límites nunca imaginados. Pudiera ser que ella tuviera la capacidad de ilusionar a un país en un proyecto nacional, sin miedos ni complejos, para salir adelante, mirar al futuro y olvidar, de una vez por todas, el maldito pasado que, por la izquierda y la derecha, ata a España para impedirle conquistar lo que pudiera alcanzar.

No creo en la suerte, pero si así se le llama a determinadas circunstancias favorables que no eran previsibles, aún hay esperanza para España, si Esperanza llega a dirigirla.

6 comentarios:

  1. Esperanza Aguirre destaca notablemente, o mejor, sobresalientemente, del nivel medio de los políticos de este desgraciado país. Lo cual, teniendo en cuenta el dicho nivel medio, puede no parecer mucho, pero lo es.

    En mi opinión, le faltó decisión para aprovechar la invitación del felón Rajoy tras el Congreso de Valencia (Bulgaria) para abandonar el PP y crear un Partido Liberal sin complejos. En cambio Cascos, un personaje con el que simpatizo mucho menos, ha tenido esa decisión: "Pour les vaincre, messieurs, il nous faut de l'audace, encore de l'audace, et toujours de l'audace". No se como acabará la historia del Principado, pero le deseo mucha suerte a Cascos, más que por él mismo, como castigo al perjuro Rajoy.

    ¡Ojalá Esperanza hubiera tenido la misma audacia! No se quien ganaría las próximas elecciones si ella se presentase también, pero al menos mi familia y yo podríamos votar a alguien con más entusiasmo del que pondremos votando a Rosa Díez. No es cierto que el PPOE de Rajoy sea peor que el PSOE de Zapatero o Rubalcaba como dicen algunos sociolistos (ser peor es casi metafísicamente imposible), pero tampoco es para tirar cohetes.

    ¡Desdichado el país condenado a votar al mal menor!

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  2. Una corrección, dices:

    "llegó a presidenta por aquellas abstenciones de dos diputados socialistas por oscuros intereses inmobiliarios"

    Eso no es correcto. Esperanza se negó a aceptar el voto de estos tránsfugas y por ellos convocó nuevas ellecciones en las que los madrileños dieron la mayoría absoluta a Esperanza.

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  3. Me gusta la determinación de Esperanza. Lo politicamante correcto nos está llevando a la ruina.

    Un saludo.

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  4. Soy de los que creen,efectivamente, que con este PP de Rajoy y demás acomplejados no vamos a ninguna parte. No tendrán ganas ni capacidad suficiente para hacer las reformas necesarias que España necesita. Esperanza es una más del aparato, cuando la vi aquel día cantándole cumpleaños feliz al mismo Rubalcaba, simplemente pensé que estaría soñando. Pero no, era real. Si tuviera un poquito más de ilusión y ganas, podría llegar a ser la Thatcher de este país, pero creo que no quiere salirse del guión ni un milímetro. Lo siento por España. Yo a ese partido acojonado ( PP)no le pienso votar, son una manada de cobardes y acomplejados. Un gran partido Liberal ya hace mucha falta.

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  5. Si gana Rajoy las próximas elecciones generales, y salvo otro 11-M o peor no parece probable otra cosa, los mismos Sindicatos que han sido gatitos zalameros con ZP durante tantos años y solo han sacado tímidamente las uñitas al final, se convertirán en tigres devoradores de hombres, y tendremos barricadas y cocteles Molotov en las calles; véase si no el ejemplo de Murcia.

    Y francamente, no veo a Rajoy con los atributos viriles necesarios para enfrentarse a ellos a cara de perro y destrozarlos, al estilo de lo que hizo la Tatcher con las Trade Unions que arruinaban al Reino Unido.

    No creo que Mariano se atreva a tomar las medidas impopulares necesarias, y aun así, le harán la vida imposible. Su paso por el Gobierno será un quiero y no puedo que servirá solo para desacreditar a la derecha de la que se avergüenza y condenarnos a gobiernos "progresistas" durante mucho tiempo.

    Por eso, casi prefiero que vuelva a presentarse ZP y vuelva a ganar, a ver si así el país se hunde definitivamente, y de las ruinas puede surgir alguna solución. Mientras tanto, que la Comunidad de Madrid por lo menos capee el temporal lo mejor posible con Esperanza Aguirre y sea un refugio en medio de la catástrofe. Me temo que hemos llegado ya a una situación de "sálvese quien pueda".

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  6. Teneis razón. Rajoy y los otros son demasiado poco fachas y demasiado poco orgullosos de serlo. El país necesita fachas mucho mas fachas.

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