lunes, 1 de octubre de 2018

El problema, señor Marlaska, es solamente uno: si la información es veraz o no

"P. Han dimitido dos ministros y otros dos están en aprietos por informaciones periodísticas. La vicepresidenta Carmen Calvo habló el jueves de la necesidad de regular la libertad de expresión.
¿Considera que es necesario?

R. La libertad de expresión está en la base del Estado de derecho, pero entendemos que en la actualidad hay movimientos preocupantes que quieren perturbarla. Muchos, en el ámbito digital sobre todo, se han convertido en voceros de lo que les llega, sin ver si es cierto o no. ¿Con qué finalidad? ¿Quiénes están detrás? He hablado con la vicepresidenta y creo que lo que manifiesta es esa preocupación. En modo alguno es una voluntad de limitar.


Las preguntas que se hace Marlaska en este punto de la entrevista no son pertinentes. La única pregunta necesaria
es ésta: ¿la información es veraz o no? Si lo es hay que apechugar con las consecuencias; si no lo es se puede ir a los tribunales y demandar al medio por injurias, calumnias o lo que sea.

Es muy interesante que cuando es preguntado por dos ministros dimisionarios y otros dos que van por el mismo camino hable de que si finalidad y que si quién está detrás. ¿Por qué dimitieron entonces aquellos y estos están contra las cuerdas? Evidentemente porque las informaciones eran ciertas. Y eso es lo que les duele; a Marlaska, a Pedro Sánchez, a Carmen Calvo y a todo el Gobierno. Porque contra la verdad simplemente no tienen defensa.

Por eso habla de que "muchos [medios] en el ámbito digital sobre todo, se han convertido en voceros de lo que les llega, sin ver si es cierto o no". Y miente. Lo que han publicado era cierto. Incluso con lo de Corinna, donde la grabación era evidentemente cierta, también creo que era cierto el contenido de las afirmaciones que ella hacía sobre Juan Carlos (y por eso no quisieron investigar el asunto, porque sabían que lo que iban a descubrir sobre el emérito iba a ser algo que no deseaban). Y más ciertas las cosas sobre los cuatro ministros de marras. Y, añado, también sobre la tesis doctoral de Sánchez.

Y, después de las preguntas de marras que Marlaska se hace, entra en un juicio de intenciones que no le corresponde. No se trata de quién ni de por qué, sino simplemente de qué. Le guste al señor Marlaska o no. Eso tiene un nombre. Libertad. Por más que a él le disguste cuando va contra sus intereses.

Pero, volviendo al tema de los medios que publican cosas inconvenientes, como dije van a por los digitales, que es a los que no pueden controlar. Otra cosa es que lo consigan. Que espero que no.

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