Sinceramente, cuando he dicho vez tras vez que un desarme moral como ha vivido y sigue viviendo la sociedad española tiene que tener obligatoriamente consecuencias, jamás se me pasó ni remotamente por la mente algo así. Lo malo de estas cosas es la espiral de maldad. Cada vez se siembra peor y cada vez se cosecha peor, cosecha que casi siempre se convierte a su vez en siembra, con lo que entramos en un círculo vicioso (nunca mejor dicho) de impredecibles consecuancias sociales.
¿Que soy muy alarmista? Pues vale. Veremos que es lo próximo.
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