En mi dilatada experiencia siguiendo la política española (casi 40 años, que se dice pronto) no recurdo un caso de unos bandazos tan verdaderamente dramáticos en tan corto espacio de tiempo.
Ya he hice eco de que en un mes (siendo generosos) pasó de ser un ferviente luchador contra el aborto a convertirse en un casi proabortista.
Después vino su cambio de estrategia, de defender principios, valores y demás pasó a olvidarse de esos principios y valores y en su lugar buscar la centralidad.
Y ahora ha batido el record de tiempo en bandazo efectivo. En dos semanas ha pasado de ser un aznarista a convertirse en un rajoyista (uno y dos). Con todo lo que ello implica de conseguir ofender a los primeros sin lograr contentar a los segundos.
¿Y este es el nuevo PP? ¿Es creíble un partido así? ¿Es confiable un líder que actúa de una forma tan descarada?
Ya lo he puesto otras veces. Pero es que así son las cosas. Y nunca mejor dicho.
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