PP y PSOE faciliten que gobierne la lista más votada, mediante la abstención del segundo en beneficio del primero, tanto a nivel autonómico como nacional.
Sería mejor que lo que hay ahora, un PSOE apoyado por todo tipo de malas hierbas políticas, evidentemente. Y posiblemente mejor que lo que se avecina, un PP apoyado por la extrema derecha. Pero no dejaría de ser una chapuza.
Porque, ahora que le conviene al PP, también está hablando de que no son aceptables políticamente las, literalmente, coaliciones de perdedores (parece que tienen fallos de memoria y ya se han olvidado como llegaron a gobernar Andalucía, por ejemplo). ¿Por qué no? ¿Acaso no podrían los votantes de los partidos que no ganaron querer a uno de ellos? Y sí, digo bien, los votantes. Porque lo que hay ahora es una partidocracia de la peor ralea, en la que los partidos pequeños acaban decidiendo los gobiernos cuando no hay mayoría absoluta.
¿Y entónces? ¿Hay solución? Sí, la hay, y es bastante simple. Elección directa a doble vuelta entre los dos más votados. Como en Francia, vamos. Y elección separada y directa para el Legislativo, con distritos individuales e igualmente doble vuelta entre los dos más votados. Como en Francia otra vez.
Dicen que eso no es posible en España, porque es una monarquía parlamentaria. Me repatea la monarquía, porque es antidemocrática, pero ese no es el tema ahora. Se podría crear una monarquía presidencialista, que ya se barajó en el pasado. Y punto. Solo haría falta la voluntad política del PP y el PSOE para reformar la Constitución en ese sentido. Una especie de coalición provisional por una legislatura para ello.
Así que se puede y es bastante simple. Pero no hay voluntad política. Porque los partidos políticos quieren el poder para ellos. Y de los votantes españoles poco se puede esperar. Es lo que hay.
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