El "lobby gay" dentro del Vaticano

Hace alrededor de un año, en una reunión de la pequeña iglesia a la que asisto, una señora tomó la palabra para decir que dentro del Vaticano existía un "lobby gay" integrado por altos clérigos de la Iglesia Católica. Conociendo como conozco a esta mujer estaba (y estoy) prácticamente seguro que su fuente de información fue algún grupo de Facebook, lo que me llevó a, en mi mente, descartar automáticamente tal información. ¿Un "lobby gay" en el Vaticano integrado por altos clérigos? ¡Por favor! Eso no podía ser sino una leyenda urbana que ella habría leído en quién sabe qué oscura página amarillista de Facebook. A punto estuve de pedir la palabra para decir que mejor sería si nos centraramos en exponer los errores doctrinales de la Iglesia Católica en vez de andar expandiendo bulos de muy dudosa credibilidad. Pero al final callé. Hoy me alegro. A veces es mejor cerrar la boca y aparentar ser tonto que abrirla y despejar toda duda. Y aquella ocasión la aproveché extremadamente bien para permanecer en silencio.

Nunca pude imaginar lo que he ido leyendo en las últimas semanas, cuando, prácticamente por casualidad, me encontré con la primera carta pública del arzobispo Viganó y con Infovaticana y el tema me llamo la atención.

Algunas frases al respecto.

Uno. Palabras del arzobispo Carlo María Viganò.
a) ...al entonces primer colaborador del Papa, el cardenal Tarcisio Bertone, notoriamente favorable a la promoción de homosexuales a puestos de responsabilidad...
b) ...el cardenal no tenía inconveniente en presentar, de manera insistente, a candidatos manifiestamente homosexuales activos para el episcopado...
c) ... son bien conocidos los nombres de otros prelados del Vaticano, también muy cercanos al Papa Francisco, como el cardenal Francesco Coccopalmerio y el arzobispo Vincenzo Paglia, que pertenecen a la corriente filohomosexual favorable a subvertir la doctrina católica respecto a la homosexualidad...
d) ...redes de homosexuales existentes en la Iglesia...
e) El centro del problema son las redes homosexuales existentes en el clero, que tienen que ser erradicadas”. Estas redes homosexuales, difundidas ya en muchas diócesis, seminarios, órdenes religiosas, etc., actúan protegidas por el secreto y la mentira con la fuerza de los tentáculos de un pulpo, triturando a las víctimas inocentes, a las vocaciones sacerdotales y estrangulando a toda la Iglesia.

Dos. Palabras de la teóloga católica y profesora en un seminario católico Janet Smith.
a) El problema son las redes homosexuales existentes en el clero...
b) Es un grupo de homosexuales activos que se protegen entre ellos para tomar el control de las diócesis. Y así muchos llegan a puestos de poder desde donde pueden ejercer presiones contra los muchos curas que no están de acuerdo con su forma de vida. Y les boicotean. Luego ayudan a los suyos a llegar más lejos en la jerarquía eclesiástica.

Tres. Artículo-informe de Sandro Magister.
Otro caso: mons. Battista Ricca. The Telegraph informa que «tenía una sucesión de relaciones homosexuales que obligaron a su retirada de un destino fuera del país». Pero, como ha comentado el padre Longenecker, incluso después de que se descubriera esta historia, Ricca «sigue trabajando en el Vaticano y dirige la Casa Santa Marta, donde vive el Papa y (por lo que he podido verificar), sigue trabajando en el banco del Vaticano».

Cuatro. Artículo completo en Religión Digital: Una supuesta lista del 'lobby gay' amenaza al Vaticano.

Cinco. Artículo completo en Infovaticana sobre el mismo tema: Los nombres de la “lobby gay” Vaticana, el informe Herranz al descubierto, los silencios de los papas, “alea iacta est”.

Seis. Palabras del mismísimo Papa Francisco citadas por el Diario de Córdoba: "En la Curia hay gente santa, pero también una corriente de corrupción. Se habla del 'lobby gay', y es verdad, está ahí".

Bueno, por ahora son los datos que tengo. Creo que son más que suficientes. En este caso, como se dice, la realidad supera a la ficción. O, al menos en mi caso, la realidad supera a mi imaginación. Nunca hubiera podido imaginar tanta podredumbre en las altas esferas católicas. Nunca.