Movieron al cura en cuestión de parroquia en parroquia ante las denuncias de abuso sexual infantil. Después intentaron ocultar por todos los medios a su alcance que el caso saliera a la luz pública. Y cuando ello no pudo ser, porque la víctima (una de ellas) saco el caso a la luz, sacan un comunicado general de un folio cuando ellos tenían un informe basado en una investigación del caso de más de quienientas páginas. A lo que hay que añadir, por supuesto, la nula colaboración con los periodistas que piden información del asunto. Y, ojo al dato, que el final del caso no es de hace décadas, sino de una fecha tan reciente como 2014. Aquí podéis ver la información (uno, dos y tres).
Este es un claro ejemplo de como la Iglesia Católica se comporta ante los casos de abusos sexuales a niños y niñas por parte de algunos miembros de su clero. Ocultar, mover, minimizar, no colaborar. Y en fechas completamente cercanas.
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