Lo leo y no lo creo. Por un lado está claro que tiene toda la razón en lo de que cada miembro de la OTAN debe aportar el 2% del PIB. Fue lo acordado. Tiene razón para el cabreo, porque el gráfico debajo de este párrafo (pinchar para agrandar) muestra como casi la totalidad de la carga en números brutos recae sobre Estados Unidos. Pero en porcentaje también es para llorar, porque Estados Unidos se acerca al 3.5% del PIB, mientras que hay países como España (el peor de todos) y Bélgica que ni tan siquiera llegan al 1%. Y con la amenaza, ya no latente sino explítica, de Rusia bien harían todos los países es hacer honor a su palabra y cumplir lo que prometieron.
Pero por otro nos encontramos con un Trump en plan chulo, que se dedica a insultar a Macron en, literalmente, sus mismas narices. Y que sigue inmiscuyéndose sin ningún recato en los asuntos internos de los aliados (Reino Unido con el Brexit, Francia con los chalecos amarillos). Vamos, Trump haciendo amigos. Como siempre.
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