155 monedas de plata.
— Gabriel Rufián (@gabrielrufian) October 26, 2017
Fue una forma de llamar a Puigdemont traídor porque tenía la intención de convocar elecciones autonómicas anticipadas en vez de declarar la independencia. Ello probablemente le hubiera permitido al de los pelos raros seguir con su vida política en Cataluña en vez de vivir en la actual situaición, que, aunque sea económicamente desahogada, no es la más deseable para él.
Pero ese tuit fue la mecha que encendió la calle contra Puigdemont, con el resultado de todos conocidos.
No creo yo que con esos antecedentes el huido de la Justicia española vaya a permitir que Rufián se salga con la suya de quedar como una especie de héroe que consiguió no sé qué para Cataluña que nadíe antes había conseguido. Así que probablemente desde su refugió en Waterloo esté esperando el mejor momento para lanzar contra Rufían y contra ERC su acusación de que son unos traídores a la causa independentista por facilitar la investidura de Pedro Sámchez con sus trece diputados. Algo que, si Puigdemont decide a través de su marioneta Torra convocar elecciones autonómicas catalanas anticipadas, podría desactivar la victoria de ERC y el tripartito con el que sueñan los republicanos (ERC-PSC-Comunes) para que fuera JxCat quien venciera, que la suma no diera y que las cosas siguieran más o menos como están ahora.
Pero claro, esto lo saben también perfectamente Rufián y toda ERC. Así que las 13 monedas de plata van a estar sobrevolando todo el tiempo las negociaciones entre PSOE y ERC. Y por eso mismo el final es casi imposible de prever. Tan solo queda permanecer atentos a la pantalla y seguir disfrutando o padeciendo el espectáculo.
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