Por casualidad me encontré un artículo que, en cuestión de asesores, parece que pretendía dejar en buen lugar a Pedro Sánchez y su Gobierno. Y lo curioso es que a poco que uno haga unas sencillas cuentas hace todo lo contrario. Nos dice que hay 383 asesores en La Moncloa y que el dato de 781 asesores... que tenía el conjunto del Ejecutivo el 31 de diciembre de 2018, que el actual primer ministro [británico] tiene a su cargo 43 asesores... el conjunto del Gabinete liderado por Johnson dispone de un total de 126 colaboradorea, y que el Gobierno galo cuenta en total con “570 asesores”.
Estos son los números, ahora hagamos dos simples comparaciones, teniendo en cuenta que, redondeando, España tiene 47 millones de habitantes, Gran Bretaña 67 millones y Francia igualmente otros 67 millones.
El Presidente español tiene un asesor por cada 122,715 habitantes españoles, mientras que el Primer Ministro británico tenía uno por cada 1.558.139 británicos (a los españoles les cuestan los asesores presidenciales doce veces más que a los británicos, que se dice pronto).
En España hay un asesor gubernamental por cada 60,179 habitantes, en Gran Bretaña uno por cada 531.746 y en Francia uno por cada 117,543 (vamos, que los españoles pagan por los asesores gubernamentales prácticamente el doble que los franceses y más de ocho veces más que los británicos).
A lo que hay que añadir un detalle que no es precisamente pequeño, el de la diferencia de peso en política internacional entre España y los otros dos países.
Todo lo anterior nos da una idea del despilfarro que hay en la política española en cuestión de asesores.
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