Ayer andaba yo dando vueltas por internet, casi sin ningún sentido, cuando recalé en la lista de viñetas de El Roto, en El País. Me llamaron la atención dos.
La del 24 de julio:
Y más aún la del 6 de septiembre, por si había alguna duda sobre la anterior:
Queda chulísimo (palabra de una conocida vicepresidenta española) eso de decir que no hay que apagar el fuego con gasolina, que la violencia solo engendra violencia, que armar a los ucranianos es prologar la guerra, que estamos en contra de todas las guerras, que es mejor convencer de la paz que mandar armas y tanques (Ione Belarra dixit) y bla, bla, bla. Pero a la hora de la verdad la realidad es que si no se hubieran mandado armas y más armas a los ucranianos, los alegres chicos de Putin les habrían pasado por encima y hoy Ucrania estaría por completo bajo el mando de Rusia. Que es lo que ellos querrían. Porque en realidad no son pacifistas, sino comunistas hijos de Putin. Como, por ejemplo, El Roto.
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