Parece ser que ahora la moda es que las divorciadas que no trabajaron fuera de casa demanden ante la Justicia y consigan que sus exmaridos
les paguen el Salario Mínimo Interprofesional durante todo el tiempo en el que estuvieron casados.
A mí me parece una barbaridad, porque fueron ellos los que corrieron durante todo ese tiempo con todos los gastos. Además de que fue una renuncia, la de la mujer de trabajar fuera de casa, libremente aceptada. Pero lo peor es que sin duda es un clavo más en el ataúd del matrimonio. Si ya los hombres se lo piensan mucho simplemente para llegar a un cierto grado de compromiso con una mujer, se lo piensan mucho más para tener hijos, con esto muchísimos directamente van a desistir del matrimonio. Que supongo que es al fin y al cabo lo que quieren los que hicieron la ley.
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