La oleada de violadores menores de edad, incluso inimputables, por ser menores de 14 años, no hace sino aumentar. Y el asunto parece que ya
está empezando a crear alarma social. Incluso algunos, pocos por ahora, hablan de rebajar la edad penal.
Pero no es el caso de Ester Giménez-Salinas, la equivalente en Cataluña al Defensor del Pueblo, que afirmaba lo siguiente:
«Creo más en el sistema educativo que en el sistema sancionador».
A lo que hay que añadir que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, no ocultó sus reticencias a esa propuesta... la rebaja de la edad penal.
Pero eso, educar sin casi castigar (en muchos casos sin el casi), ¿no es lo que habéis venido haciendo por lustros, o decenios? Claro, educar en el libertinaje sexual. Y ahora, cuando se os va de las manos, no sabéis qué hacer. Bueno, sí, volver al mismo mantra. El que ha fracasado, porque por eso la cosa está como está. Y queréis seguir aplicando las medidas que han fracasado.
Más os valdría cambiar el modelo educativo y el modelo penal, enseñando en el primero que el que la hace la paga y practicarlo en el segundo. Pero eso va en contra de vuestras ideas izquierdistas. Así que habrá que seguir con el suma y sigue.
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