viernes, 24 de agosto de 2007

Comentario retrasado sobre lo de "El Jueves"

Al principio no comenté la censura a "El Jueves" porque como todo el mundo lo estaba haciendo (y muy bien, por cierto), pensé que no hacía falta uno más. Después unos días por otros la casa por barrer. Pero vayan, aunque con retraso, unos cuantos apuntes sobre la cuestión.

Primero. La viñeta en cuestión me pareció extremadamente grosera. Pero por lo que pude leer (no sigo esa publicación) no más que otras dedicadas a líderes católicos, líderes del PP, etc.

Segundo. Dice el artículo 14 de la Constitución Española: "Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social." Mentira cochina. Hay unos españoles, pocos, a quienes la ley les protege "a priori", y otros españoles, todos los demás, a quienes la ley les protege (cuando lo hace) "a posteri". Y eso es así en base, claro, a su nacimiento (hijo de reyes) y una circunstancia personal o social (heredero al trono).

Tercero. Que si injurias y demás. Pues si se consideran agraviados (que no digo que no) que vayan a los tribunales, como todo hijo de vecino, y que pidan al medio una indemnización multimillonaria. Establecer la censura me parece una barbaridad es un régimen de libertades.

Cuarto. Si lo que quería el juez era impedir la publicidad del dibujito de marras (y hago hincapié en el condicional), lo que hizo fue una enorme estupidez. Dicen que la revista hace una tirada de unos 70.000 ejemplares. Suponiendo que vendiese todos (que es mucho suponer) y que cada uno lo viesen seis personas, tenemos que la viñeta hubiera sido vista por unas 420.000, es decir, alrededor de (como mucho) el 1% de los españoles. Con el auto de censura ese efecto cómodamente se multiplicó por 10 (o más); a lo que hay que añadir la extraordinaria difusión por internet, así como en otros países (Europa, Estados Unidos, América Latina). Mejor publicidad, imposible.

Quinto. Por lo anterior tampoco me parecería nada extraño que la idea de la viñeta y la idea de su censura se hubieran fraguado en la misma cabeza, con el objetivo de, una vez puesto en claro que el príncipe no hace nada útil (el objetivo de la viñeta), y que aún así es un auténtico privilegiado (vista la censura), conseguir que su sucesión al trono empiece a ser cuestionada por el ciudadano común. Si ello fuera así, nunca compartiré que el fin justifica los medios. Pero dicen que no hay mal que por bien no venga.

1 comentario:

  1. Se te ha entendido todo. Somos muchos los que cada vez estamos más decepcionados de un fleur-de-lis al que el Imperio de Polanco II tiene cogido por los h... de sus líos erótico-financieros, y por eso se entiende tan bien con el psoe. Supongo que también se me entiende.

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