Pena da ver a una mujer de la valía política de Esperanza Aguirre no saber asumir la derrota y el momento de decir adiós. Supongo que debe ser muy duro para alguien como ella, una mujer de fuerte personalidad que aspiró a llegar a lo más alto dentro del PP (y desde ahí a intentar conquistar la Presidencia del Gobierno) darse cuenta que debe dejar la política activa para siempre. Pero así son las cosas. Y lo digo desde el más profundo respeto, porque en algún momento pensé y deseé que ella podría ser el necesario cambio que necesita el PP. Pero no pudo ser.
Y es que Esperanza Aguirre primero dijo que quería apoyar a la Alcaldía de Madrid al candidato socialista, con tal de frenar a la candidata de Podemos. Ante la tajante negativa del susodicho pasó a hablar de un gobierno de concentración. Y de paso ha dicho que va a "refundar" el PP en Madrid por los malos resultados.
La realidad es que la suma de votos de la izquierda (PSOE) y la extrema izquierda (Podemos) da 768.000 votos, mientras la que suma de la derecha (PP) y el centro (Ciudadanos) da 749.000 votos. O sea, 19.000 votos menos. Sería maravilloso asistir a una segunda vuelta entre Esperanza Aguirre y Manuela Carmena, pero las reglas son las que son, en buena parte porque el PP las ha dado por buenas hasta ahora. O sea, que guste o no guste la izquierda tiene más votos y un concejal más que el centro-derecha, y por eso van a gobernar la Alcaldía de Madrid sin Esperanza Aguirre, por más que le disguste a ella.
Y sobre lo de "refundar" el PP de Madrid, hágase o no se haga esa no será ya su decisión. Será la decisión de Cristina Cifuentes, que en la misma suma de grupos anterior ganó a la izquierda por 1.431.000 a 1.393.000 votos, o sea unos 38.000 votos, en las elecciones a la Comunidad de Madrid, lo que produjo que el bloque de centro-derecha tiene 1 diputado más que la izquierda en su conjunto.
Esa es la situación. Y, repito, lo digo desde el máximo respeto a la figura de Esperanza Aguirre. Pero hay que saber reconocer el fin de un ciclo político. Y si Esperanza Aguirre no lo sabe reconocer por las buenas, las circunstancias se lo mostrarán por las malas.
Esperanza Aguirre dilapido sus años en la Comunidad de Madrid.Desde el 2003 al 2012 perdio unos años preciosos donde pudo plasmar su "liberalismo" al tener competencias en sanidad, educacion, canal de isabel II, Telemadrid, Caja Madrid etc
ResponderEliminarDe liberalismo nada de nada.El gasto no paro de subir y al no subir los impuestos, la deuda comenzo a dispararse,sobre todo cuando desde el Gobierno del PP, no la regaban con dinero como a Andalucia o Cataluña.
Aunque para deudas la de Gallardon.Este merece un libro aparta que jamas se escribira.
Esperanza tuvo su oportunidad en el Congreso de Valencia de enfrentarse a Rajoy aunque fuera para perder.
Thatcher lo hubiera hecho.
Aguirre chilla mucho, pierde los nervios y luego nada.
Se marcha de la poltica y luego vuelve.
Ya nadie se la puede tomar en serio.
El problema es que los que van quedando en el pp ni siquiera eso.
Aguirre afirmó que si no ganaba se quedaría para encabezar la oposición en el Ayuntamiento de Madrid, y si ahora se va podría parecer una espantada.
ResponderEliminarYo en su caso, después de haber sido apuñalada por la espalda por su propio partido, me iría, pero eso indica solo que yo nunca podría ser un político.
Y si, a mi también me gustaría que hubiese tenido el valor de dejar el corrupto PP marianista y crear un partido Liberal-Conservador. La hubieran acusado de ser la culpable del fracaso de la derecha, pero ese fracaso se ha consumado igualmente, y encima sin que exista un recambio, dado que una opción razonable como Vox no ha conseguido romper la barrera del ninguneo mediático.
Anónimo, con todos sus defectos creo que Esperanza Aguirre hizo más por el liberalismo en España que cualquier otro politico. Y sí, su ida y vuelta creo que fue un error. Y ahora los hechos muestran que su tiempo se acabó.
ResponderEliminarEspectador, yo ignoraba que Aguirre dijo que si perdía se quedaría para liderar la oposición. Pero, sea como fuere, su tiempo ha pasado, y ella debe reconocerlo. Si quiere quedarse, en función de su promesa, que lo haga, pero que ya vaya preparando a quien la va a suceder. Y que se dé cuenta que el PP de Madrid ya no lo va a dirigir ella, sino Cifuentes.
ResponderEliminarSobre lo que fundar un partido Liberal-Conservador, hubo un momento en que tal vez pudo hacerlo. Pero no la puedo criticar por ello. Las escisiones en España no suelen acabar bien. Tenemos dos ejemplos cercanos, el de UPyD y el de VOX.
Estamos de acuerdo en que Aguirre merecía mejor suerte, pero a veces el mundo es así de injusto. Le ha faltado siempre el valor para dar el último paso necesario, como cuando en el juicio de Gallardón contra Federico Jimenez los Santos perdió de repente la memoria; ya entonces algunos dijeron que en vez de "la dama de hierro" como la Tatcher era "la dama de hojalata". Aun así, era lo mejor que había en la política nacional.
ResponderEliminarSe abre ahora un nuevo episodio de "Vidas paralelas: Mariano Rajoy - Pedro Sanchez". Los dos anteponen sus intereses personales a la supervivencia de su Partido, y los dos lo van a llevar a la destrucción. El PSOE fagocitado por Podemos, al que ha dado "respetabilidad" al aliarse con él (después de diagnosticar correctamente que el populismo solo trae ruina al estilo venezolano), y el PP "okupado" por Rajoy, que se ha convertido en un partido antipático incluso para sus propios votantes. Ninguno tiene la grandeza de anteponer el bien común a sus intereses personales, y los dos piensan únicamente en el corto plazo, ignorando las claras amenazas futuras.