Al parecer Pedro Sánchez y Susana Díaz llegaron a un acuerdo mediante el cual la segunda apoyó al primero para la Sexretaría General del PSOE, eliminando así a Eduardo Madina del camino, a cambio de que después hubiera elecciones a candidato a la Presidencia del Gobierno en igualdad de condiciones entre los dos.
Pero ahora Pedro Sánchez, una vez que ha saboreado las mieles del control del aparato del PSOE, no quiere ceder esa ventaja, y pretende usarla contra Susana Díaz, a la que habría traicionado, hasta el punto de que quiere ser el candidato único.
Y es que ya lo dijo alguien, que los adversaries están en el partido rival, mientras que los enemigos están en el propio.
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