66%-34%. Una paliza, vamos. Los franceses han optado claramente por el liberal centrista Macron, y, al igual que habían mandado al cuerno a la extrema izquierda en la primera vuelta, ahora lo han hecho con la extrema derecha en la segunda.
Algunos dicen que Mélenchon fue el vencedor moral de la primara vuelta. Tal vez otros dirán que Le Pen ha sido la vencedora moral de la segunda. Pero eso de vencedor moral suena a perdedor real. Porque en la monarquía francesa solo hay lugar para uno. Y ese lugar lo ocupará en los próximos cinco años Emmanuel Macron. Los otros, los vencedores morales, se quedarán con esa victoria moral... que se olvidará mañana... o antes.
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