Estamos escuchando que las revelaciones de las grabaciones de Villarejo están poniendo en riesgo al Estado, cosa que podría empeorar. Para saber si lo anterior es cierto o falso tenemos que definir que es el Estado. El Estado, en sentido estrecho, son las instituciones que gobiernan un país. Estamos hablando de la suma de Policía, Guardia Civil, Ejército, Gobierno, Parlamento, Poder Judicial, Prensa. En sentido amplio habría que añadir los que mantienen todo eso. Es decir, bancos, empresas y trabajadores.
¿Está ello en peligro por lo que estamos sabiendo o podríamos saber a través de las publicaciones de las grabaciones que Villarejo hizo en secreto? Por supuesto que no. Digan lo que digan esas grabaciones, los policías, guardias civiles, militares, jueces, periodistas, bancos, empresarios y trabajadores van a seguir en sus puestos. Podría afectar, tal vez, a una mayoría de los miembros del Gobierno, a una minoría de los parlamentarios, a otra minoria de jueces, abogados y fiscales, a otra minoría de empresarios e incluso a algunos policías y guardias civiles. Es todo. Y ello tiene solución. Gobernantes y parlamentarios podrían ser sustituidos a través de unas elecciones, y los demás a través de los procedimientos oportunos, labolares y/o penales.
Lo que realmente quieren decir los que afirman que las revelaciones de marras están poniendo o podrían llegar a poner en peligro al Estado es que, ahora o en el futor, lo que ponen en peligro son las posiciones sociales que ellos ocupan en el Poder y que no quieren perder.
No es la primera vez que tal cosa se dice. También se dijo muchas veces en el pasado, cuando el diario El Mundo empezó con sus revelaciones de que había una guerra sucia contra ETA en la que estaban involucradas (secuestrando, torturando y asesinando, que no es cualquier cosas) polícias, guardias civiles y miembros del Gobierno de Felipe González; se dijo insistentemente que esas revelaciones de El Mundo estaban poniendo en riesgo al Estado. Pues bien, al final, tras demostrarse esas revelaciones ciertas, la historia resumidamente acabó con dos ministros, un secretario de estado y algunos policías y guardias civiles en la cárcel y unas elecciones perdidas por el gobierno en ejercicio. Es todo. ¿El Estado? Bien, gracias.
En este caso podría suceder algo semejante (aunque probablemente en muy menor grado). Elecciones anticipadas, un Parlamento nuevo elegido, que a su vez elige un nuevo Gobierno; y en el otro lado unas personas (tal vez unos pocos jueces, fiscales, abogados, empresarios, banqueros, etc.) que son procesados, juzgados y condenados. Nada grave. ¿El Estado? Como en el párrafo anterior, bien, gracias.
No, las revelaciones de las grabaciones de Villarejo ni están poniendo en riesgo al Estado ni lo pondrán en el futuro. Están poniendo, cosa que podría empeorer, en riesgo, eso sí, los cargos de unas personas que ocupan posiciones en distintas esferas del Poder, y que, claro, no quieren perder. Y que para ello quieren ocultar cosas probablemente delictivas que han hecho. Y para ese ocultamiento están incluso dispuestos a amedrentar a los que están haciendo públicos sus sucios manejos. Hablamos, una vez más, de que los que están en el Poder no quieren abandonarlo. Tan vulgar como eso. El Estado no tiene nada que ver aquí. Unicamente unos pocos de los que están en su cúspide.
Hay quien dice que las revelaciones no son "de Villarejo", sino del sector del PSOE contrario a Sánchez que ha pillado las cintas que le fueron encautadas en su día a Villarejo, y que están en el "secreto de instrucción" de su caso.
ResponderEliminarGuerras en las cloacas, cloacas del PSOE.
No lo había leído, pero pudiera ser.
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