La UE es culpable de los crimenes de guerra del ejército ruso en Bucha

El espanto en Bucha tras la retirada del ejército ruso es inenarrable. Ya suponíamos esos comportamientos que caen de lleno en crímenes de guerra, pero ahora tenemos completa certeza.

Por parte de la Unión Europea mucha condena y mucho bla, bla, bla. Pero hay un hecho que grita muchísimo más alto que las palabras: cada día la UE le envía a Putin entre 700 y 800 millones de euros por la compra de petróleo y, sobre todo, gas. No, no es una errata. Repito, cada día. Repito, entre 700 y 800 millones de euros. Con ese dinero la UE está financiando la brutal invasión de Putin a Ucrania y los salvajes crímenes de guerra que el ejército ruso está cometiendo allí.

Y a Putin todo lo que no sea dejar de comprarle sus combustibles fósiles le trae al fresco. Lo demuestra un hecho que podemos leer en el mismo enlace anterior, que la moneda rusa ha recuperado su valor anterior a la invasión. He buscado el cambio en Google y me encuentro con que el 23 de febrero, el día anterior al comienzo de la invasión, se cambiaban 81.48 rublos por un dólar; después cayó hasta los 138.75 el 5 de marzo; para posteriormente, tras unos dientes de sierra, cuando escribo estas líneas está en 83.75 rublos por un dólar. Vamos, que ha recuperado unos números prácticamente iguales a cuando empezó la invasión. Sin duda la gente en Rusia puede estar sufriendo las consecuencias de las sanciones, pero la economía rusa como tal no está mostrando ningún padecimiento. Ninguno.

El apoyo económico de la UE a todo este espanto ruso en Ucrania es completamente inmoral. Me asquean tantas palabras y tan pocos hechos. Acabo de escuchar que va a haber condenas en parlamentos y expulsiones de diplomáticos rusos. Repito, me da asco.

Hay que explicar a los ciudadanos europeos que es necesario dejar de comprar petróleo y gas rusos. Y que si eso significa una subida temporal de los precios de dichos elementos, habrá que asumirlo. Que esos ciudadanos tienen que implicarse, desde sus bolsillos, para acabar con esta terrorífica guerra. Y, por supuesto, también los gobiernos, rebajando los impuestos de esos ciudadanos.

Todo lo que no sea dejar de comprar gas y petróleo rusos ¡ya! es simplemente continuar financiando por parte de la Unión Europea la totalmente injustificable invasión de Ucrania por parte de Rusia y todos sus espantosos crímenes de guerra.