La ultraderecha gana terreno en Suecia. Menos de lo esperado, pero lo gana. Igual que, poco a poco, en casi todos los países de la Unión Europea. También menos de lo esperado, pero es igualmente cierto que van avanzado; sin grandes victorias que los pongan en el gobierno, pero sin pausa.
La realidad es que muchísimos europeos están hasta las narices de que lleguen gente de otros países con ideas contra la libertad, con una idea de lo delictivo bastante diferente y con la idea de sacar al Estado todo lo que puedan. Y los únicos que se atreven a decir las cosas claras en este tema son los partidos de ultraderecha. Que, claro, por lo mismo avanzan.
Creo en el proyecto europeo. O quiero creer. Pero es que con tanto buenismo zapateriano los políticos tradicionales se van a cargar Europa, provocando que el electorado vote a unos partidos que, además de estar contra la inmigración, en el mismo paquete incluyen estar contra Europa. Esperemos que esos partidos tradicionales tomen nota y actúen en lo primero para que no tenga que llegar lo segundo.
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