Ayer, en RNE, escuché el intercambio de Casado con Sánchez; me parecio flojo; pero hoy, después de leer sobre el incidente entre Sánchez y Rivera, lo vi en el Canal Parlamentario y Casado me gustó más que ayer; no estuvo mal. Pero el que de verdad estuvo muy bien fue Rivera; descentró por completo a Sánchez, el cual en su segunda intervención se mostró realmente enfadado.
Parece que Rivera ha regresado por fin de ese estado en que permaneció grogi desde que Sánchez ganó su moción de censura. Por cierto, da la impresión de que a Casado le pesa (y aparentemente mucho) el tema de las irregularidades en su máster. Y parece que Rivera lo va a aprovechar para disparar a diestra y a siniestra (nunca mejor dicho) y así intentar convertirse en el principal partido de la oposición. Espero que lo consiga. El PP ya sabemos lo que puede dar de sí. La única esperanza (aunque poca, todo sea dicho) es hoy por hoy Ciudadanos.
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