Voy primero con lo que considero que son hechos probados, independientemente del comunicado de Viganó:
1. El cardenal Theodore McCarrick era un depredador sexual de seminatistas.
2. Lo anterior lo sabían de sobra las más altas autoridades católicas en el Vaticano.
3. Fue por ello que el Papa Benedicto XVI le impuso privadamente algunas sanciones, más testimoniales que otra cosa, de que dejara la vida pública.
4. McCarrick no llevó a la práctica dichas sanciones.
5. McCarrick y Bergoglio eran muy cercanos personal y teológicamente, posiblemente lo primero en función de lo segundo.
6. Cuando Bergoglio se convirtio en el Papa Francisco él obligatoriamente tenía que saber de los graves hechos de McCarrick y de las sanciones que le impuso Benedicto XVI.
7. Cuando Bergoglio se convirtio en el Papa Francisco McCarrick actuó más publicamente si cabe que con Benedicto XVI.
8. Ante el quebrantamiento de la sanción de Benedicto XVI a McCarrick así como ante los gravísimos hechos que la produjeron Francisco no hizo absolutamente nada.
9. Francisco solo actuó en julio pasado, cuando llegó a la opinión pública que McCarrick había abusado sexualmente, además de seminaristas, de menores de edad.
Hasta aquí los hechos que yo considero probados, gravísimos, y que para nada implican el comunicado del arzobispo Carlo Maria Viganò acusando al Papa Francisco.
La única novedad que Viganò aporta en su comunicado es la de hacer pública su reunión con el Papa el 23 de junio de 2013, en la que según él le habría comunicado personalmente los graves hechos cometidos por McCarrick a seminaristas. Vamos, por lo tanto, con las dos preguntas claves y mi opinión sobre las mismas.
¿Es falsa esa reunión que Viganò dice haber tenido con el Papa? No lo creo.
¿Dice la verdad cuando afirma que aprovechó la reunión para hacerle saber al Papa el pasado de depredador sexual de McCarrick? Yo, evidentemente, no estaba en la reunión. Pero si todos los hechos anteriores, afirmados por Viganò en su comunicado, son ciertos, nada me hace pensar que no lo sea lo que dice de que aprovechó el encuentro para hacerle saber al Papa el terrible pasado de McCarrick. Es más, en su comunicado Viganò dice enfáticamente sobre todos los hechos, inlcuida la reunión con el Papa y su contenido, estar "dispuesto a confirmarlos bajo juramento llamando a Dios como mi testigo". Me cuesta mucho creer que Viganò escribiría algo así para apoyar una total mentira.
Pero aún en el improbable caso de que esa reunión no hubiera existido, o que hubiera existido y Viganò no le hubiera dicho nada a Francisco sobre McCarrick, es más que evidente que Francisco sabía del pasado de McCarrick como depredador sexual y no hizo absolutamente nada, anteponiendo su amistad personal con él a unos hechos moralmente absolutamente condenables.
Una vez más vemos lo mismo de siempre. Los líderes católicos, el Papa incluido, tapando los escándalos sexuales del clero hasta que los mismos salen a la luz pública, que es cuando únicamente actuan.
Y, sobre esta asunto en particular, he leído que el Vaticano pronto dirá algo sobre el tema. Esperemos que clarifique algo y que no sean, una vez más, palabras filosóficas que solo encierren no querer decir nada.
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