Durante su etapa de fiscal en la Audiencia Nacional, la ministra sí que mantuvo contactos con el comisario que durante décadas se dedicó a la lucha contra el terrorismo. Además, la buena relación que su íntimo amigo, el ex juez Baltasar Garzón, mantenía con Villarejo le hizo asistir a varios almuerzos con el comisario hoy preso.
Así, como suena. Menos mal que no había ninguna relación.
¿Y de qué hablaban? ¿Del tiempo? Solo falta que aparezca alguna grabación de aquellas reuniones, algo a lo que era tan aficionado Villarejo. Ay, ay, ay. Cuanta suciedad.
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