Pedro Sánchez se sacó un conejo de la chistera, proponiendo la reforma constitucional para eliminar los aforamientos. Por increíble que parezca estoy de acuerdo con los cuatro líderes de los partidos mayoritarios. Completamente de acuerdo con la eliminación de los aforamientos del PSOE, ya que es una medida totalmente necesaria; completamente de acuerdo con la alegría de Ciudadanos, ya que es algo que ellos vienen defendiendo desde hace mucho tiempo; completamente de acuerdo con el PP en que habrá que ver la concreción del texto antes de lanzar las campanas al vuelo; y completamente de acuerdo con Podemos en, si se produce la reforma, llevarla ante los votantes españolas en referéndum.
Dicho lo anterior hay que añadir alguna cosilla. El PP no se aclara; dice que Sánchez copia la propuesta que el PP llevó en su programa, a la vez que ésta es una propuesta para dejar a Casado con las posaderas al aire e incluso que lo es para que los secesionistas catalanes procesados por el Tribunal Supremo escapen a dicho tribunal. Algo que, por cierto, en El Independiente aseguran que no es posible: los delitos pro rebelión se residencian sí o sí, en el Supremo. Una propuesta esta de reforma constitucional a la que José Oneto no le da ningún recorrido: Toda una jugada que no saldrá pero que supone un golpe de imagen: Lo hemos intentado pero nos lo han impedido.
En fin, que no hay algo que este hombre haga que sea claro. Veremos en qué queda la cosa. Aunque efectivamente es bastante posible que quede en fuegos de artificio.
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