Lo de cambiar de criterio en un par de semanas es algo simplementa inconcebible. Y estamos hablando nada más y nada menos de que, si descontamos el Tribunal Constitucional, que es en la práctica un tribunal político, el Tribunal Supremo es (o debería ser) el sitio donde están los jueces mejor preparados de España.
Algo díficil de creer después de este espectáculo. Y, por si fuera poco, en dos vertientes. La primera, el cambio de criterio en sí. La segunda, que dicho cambio de criterio se ha producido por una división de practicamente 50%-50%.
Y todo eso cuando está por empezar el juicio probablemente más importante llevado a cabo en el Tribunal Supremo desde que llegó la democracia a España, el de los que secesionistas catalanes (el 23-F fue más dramático en sí, pero en el juicio no había ninguna parte de la sociedad que los defendiera).
Vamos lo dicho, que si mal estaban las cosas con la Justicia española ahora están peor. Mucho peor.
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