Madrid capital, Navarra, el Gobierno nacional. Son solo ejemplos. El dramá político está servido. Básicamente hay dos opciones, Ciudadanos apoyando al PSOE o Ciudadanos pactando con PP y Vox y dejando al PSOE en manos de extremistas, separatistas y filoterroristas. Opiniones las hay para todos los gustos. Aquí pongo tres.
Casimiro García-Abadillo en El Independiente: Rivera ante la gran decisión sobre C’s: ¿partido bisagra o alternativa al PP?.
Luis Herrero en Libertad Digital: La encrucijada.
Federico Jiménez Losantos en El Mundo: Rivera, escolta de Sánchez.
En el centro de la pista una pareja de baile, Sánchez y Rivera, Rivera y Sánchez. ¿Se va a entregar Sánchez a extremistas, separatistas y filoterroristas? ¿Va a llegar Rivera a acuerdos con el PP apoyados por Vox o por contra va a eliminar a Vox de la ecuación y va a preferir al PSOE?
Las respuestas a esas preguntas son auténticamente complicadas. La política española, victima de esa partidocracia que tantas veces he mencionado, está metida en un auténtico laberinto. La única solución, evidente, pero que nadie menciona, sería cambiar un sistema totalmente envenenado, y darle el poder, de forma verdaderamente democrática, a los votantes. Elección directa a doble vuelta. Pero eso no va a pasar.
Por lo tanto volvemos al punto de partida. ¿Qué hacer en la actual situación? No lo tengo claro.
Lo normal sería un pacto entre Ciudadanos y PSOE para dar estabilidad. Pero con un sujeto políticamente tan despreciable como Pedro Sánchez eso es muy complicado. Sánchez solo tiene una lealtad: a sí mismo, a seguir en Moncloa al precio que sea. No cree en nada ni en nadie. Con alguien así es muy difícil pactar.
Pero pactar con Vox puede que no sea mejor idea. Los extremistas tienen una clara agenda oculta. Apoyarles puede ser suicida porque poco a poco (o mucho a mucho) van a mostrar verdaderamente lo que son. O van a dar tumbos, dejando claro que no tienen ni idea, lo que va a someter a la inestabilidad todo gobierno en el que estén metidos; o van a ser coherentes con sus ideas de extrema derecha, lo que igualmente va a someter a la inestabilidad todo gobierno en el que estén metidos.
Dice Ciudadanos que su socio preferente es el PP. El problema es que en muchos lugares eso no es suficiente. Y en esos sitios los de Rivera van a tener que decidir, en la práctica, si se deciden por el dañino socialismo o por el extremista voxerismo.
Por el otro lado está claro que Sánchez está haciendo todo lo posible para no caer en brazos de un sujeto tan fanático (y acorralado, lo que le convierte en más fanático) como Iglesias. Pero si Ciudadanos la da la espalda, ¿qué otra opción tiene?
No tengo la respuesta. Hay demasiadas variables envueltas que desconozco. Solo sé que el panorama español, con actores como extremistas liberticidas, secesionistas antidemocráticos, socialistas sin principios, entre otros especímenes, pinta mal. Y todo ello con posiblemente la peor clase política de los últimos cuarenta años. Lo dicho, pinta mal. Muy mal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.