En el artículo al que llego buscando información del libro leo al mas oscuro Pedro Jota. Sí, ya sé que quien lo firma es un tal Xavier Salvador, y no dudo de que fue él quien escribió el primer borrador; pero tampoco dudo de que fue corregido y probablemente aumentado por el ególatra fundador de El Mundo.
La critica al libro y a su autor es completamente justificable, como le he leído y oído a David Jiménez vez tras vez. Pero el tono excesivamente sarcástico y totalmente prepotente llega a ser cansino.
Pero, pasada la introducción y cuando se empieza a entrar en el meollo, se pueden leer unas palabras que dejan de ser sarcásticas y prepotentes para convertirse directamente en miserables:
Jiménez había sido hasta su nombramiento (abril de 2015-mayo 2016) un periodista con escasa experiencia en una redacción. Vivía, en cierta medida, en la burbuja profesional del corresponsal que vegeta alejado del núcleo decisorio del medio y que subsiste apresado por el síndrome de Estocolmo con el territorio al que da cobertura o los acontecimientos de los que debe informar. Evelyn Waugh retrató a finales de los años 30 del siglo pasado esa sensación en Noticia bomba (Anagrama), una recomendable novela que describe a la perfección como los corresponsales acababan recluidos en un hotel del país en conflicto y pactan las crónicas, falsean informaciones o practican todo tipo de triquiñuelas para alimentar a los periódicos en los que trabajaban.
Cobardemente tira la piedra y esconde la mano. ¿Estaba David Jiménez recluido en un hotel, pactando las crónicas, falseando informaciones y practicando todo tipo de triquiñuelas en su corresponsalía? No lo afirma, pero lo insinúa claramente. Si Pedro Jota tiene pruebas de ello debería aportarlas; si no las tiene debería callarse. Pero como no las tiene (si las tuviera las hubiera expuesto), opta por la bajeza de la clara insinuación. ¿Puede Pedro Jota caer más bajo? Probablemente.
Pero hay otro párrafo que me parece enormemente destacable, más por lo que calla que por lo que afirma:
Criticar el espíritu de lo que llama “los acuerdos” con las empresas o la colaboración con el mundo económico y político es vivir ajeno a una realidad que resulta indiscutible desde que los lectores han dejado de ser los propietarios de los medios por la caída, gratuidad y diversificación de las audiencias y, como mucho, aspiran a ser sujetos pasivos de sus informaciones.
Y es que en esas palabras Pedro Jota reconoce que lo que David Jiménez cuenta en El Director es la verdad. Los chanchullos, la corrupción, la connivencia con el poder (político y económico), los sobresueldos, la ocultación de las noticias que perjudican al que pone los anuncios, y el largo etcétera de desatinos relatados en el libro. Todo verdad.
Pedro Jota no dice ni una vez que David Jiménez miente; ni tan siquiera que exagera. Se limita a aseverar que fue una especie de pardillo, de idealista.
Puede que Pedro Jota tenga razón en que efectivamente David Jiménez fuera demasiado inocente y demasiado limpio. Pero eso solamente demuestra una cosa, que, por oposición, Pedro Jota fue (y probablemente sigue siendo) demasiado culpable y demasiado sucio.
Pedro Jota con ese artículo ha caído muy bajo. Pero sin duda puede superarse a sí mismo y caer más bajo todavía. Cualquier día de estos nos lo demuestra.
Al respecto de Pedro J.:
ResponderEliminar"Pedro J., un tipo absolutamente amoral, es para mí el mejor periodista. Desde que muere Jesús de Polanco hay dos empresarios: Cebrián y Pedro J. Ramírez. Cebrián es un mediocre periodista y un desastre como empresario. Pedro J. es un grandísimo periodista, el mejor posiblemente de los últimos 25 años, y un desastre como empresario. El País, bueno Prisa, ha llegado a deber más de 3.500 millones de euros. Unidad Editorial, más de 1.500. Siempre he tenido esa lucha con Pedro J. Un día me pidieron un favor: querían relanzar… Él me dijo en directo que era su amigo. Le respondí, ”Pedro, tú no eres amigo mío. El único amigo que tiene Pedro es J. Y el único amigo que tiene J. es Pedro. Eres amoral, no quieres a la gente, solo te quieres a ti mismo”."
https://www.eldiario.es/politica/Jose-Maria-Garcia-entrevista_0_520748352.html
Por cierto, recomiendo esa entrevista entera. Aunque tiene unos 3 años, creo que es interesante.
Eliminar"Pedro J., un tipo absolutamente amoral, es para mí el mejor periodista."
EliminarHabría que ponerlo en pasado, porque Pedro J. que fue efectivamente el mejor periodista, hoy no es ni sombra de lo que fue.
Pero para ser el mejor era amoral. Y eso tiene sus peajes. Como lo estamos viendo ahora, que estamos descubriendo su pasado (bueno, parte de él)
Pero J. era un ídolo con los pies de barro. Y ya ha caído. Es una lástima verle arrastrándose en "El Español".