Hace unos diez días escribí lo siguiente:
Por lo pronto hay que empezar por señalar que la Inés Arrimadas que entusiasmaba a las multitudes, azote de Torra, que hacía que el desequilibrado independentista pusiera una cara de querer desaparecer, esa Inés Arrimadas ha muerto políticamente o va a morir muy pronto, y en su lugar deberá nacer otra Inés Arrimadas, centrada, con capacidad de gestión para recuperar un partido actualmente hecho unos zorros, mujer de Estado, con un discurso duro pero sin pasarse (y que no incurra sobre todo en el error de Rivera de los últimos tiempos de la sobreactuación), con el cual pueda llegado el momento pactar desde un posicionamiento centrista y, espero, liberal.
Perdon por la autocita. Pero dicho y hecho. La carta que Inés Arrimadas le ha escrito a Pedro Sánchez contiene todos esos elementos. Nada que ver con la Arrimadas del Parlament, que desaparece, y en su lugar vemos a una Arrimadas centrada, moderada, que no rehuye la dureza de condenar los tratos de Sánchez con Podemos y con formaciones cuyos líderes acaban de ser condenados por sedición y malversación, pero que a la vez le ofrece una solución excepcional para hacer uso de esa mayoría de 221 escaños que sumamos en el Congreso los grupos constitucionalistas y moderados.
No voy a relatar más de la carta, pero vale la pena leerla completa. Con esta jugada nadie le podrá decir a la jerezana que se ha quedado de brazos cruzados. Y se ha cargado de razón para negarse a la propuesta que se puede avecinar si la negociación entre Sánchez y ERC fracasa, que sería el apoyo de Ciudadanos al pacto socialpodemista, y en ese caso le diría al líder socialista que ella solo apoyará el pacto de 221 escaños.
Repito, muy bueno el movimiento de Inés Arrimadas con esta propuesta. Evidentemente no va a salir adelante, porque Pedro Sánchez no tiene el menor interés en romper con los nacionalistas en el País Vasco, con los sedicionsos en Cataluña y con los filoterroristas en Navarra. Por lo tanto, las críticas de Inés Arrimadas van a ser durísimas, a Pedro Sánchez si hay gobierno Frankenstein o a Pablo Casado si hay unas terceras elecciones.
Espero que Inés Arrimadas siga en esa línea. Si lo hace hay esperanza para Ciudadanos y para la política española. Poca, pero alguna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.