La separación de los poderes Ejecutivo y Legislativo es claramente inexistente. El Legislativo elije al jefe del Ejecutivo y luego ese mismo jefe es el que en la práctica manda sobre el Legislativo. Pero ahora queda aún más clara, si ello fuera posible, la dependencia del Judicial del jefe del Ejecutivo y del líder de la oposición en el Legislativo. Repito, de dos personas.
¿Puede haber menos independencia del Poder Judicial? Sí, puede. Y si no me creen lean, lean.
Es fácil atacar, justamente por cierto, a Sánchez en este tema. Pero el hombre solo se está aprovechando del sistema en beneficio propio. Sistema que, dicho sea de paso, fue instaurado por el PSOE en 1985 (la cosa viene de largo) y que el PP pudo reformar de cara a una mayor independencia del Poder Judicial en las dos ocasiones en las que gozó de mayoría absoluta, la primera con Aznar y la segunda con Rajoy. Pero no, ellos también querían mangonear en el órgano director de los jueces. Y de aquellos polvos, estos lodos.
Por cierto, que, estando en todas partes este asunto, aquí nadie habla de la enorme lentitud de los procesos judiciales, que en muchos casos produce que las sentencias salgan totalmente desfasadas de los hechos que juzgan. Y muy pocos hablan (alguno ahí) de la escandalosa lentitud del Tribunal Constitucional, que en algunos casos tarda años, lustros, y en muchos asuntos (como en las inscontucionalidades cometidas por el Gobierno y el Parlamento durante la pandemia del covid) cuando las sentencias salen son de imposible aplicación.
Pero, volviendo para terminar a la separación de poderes y a la independencia judicial, decir que en España simplemente no existen. Punto.
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