Todo el mundo le echa la culpa a la pornografía del tremendo aumento de los delitos sexuales por parte de los menores, ya que están accediendo a la misma desde alrededor de los diez años. No seré yo quien minimice los daños que la pornografía hace en general, pero muy en particular a los niños y jóvenes.
Pero no es solamente la pornografía la culpable de ese aumento de agresiones sexuales por parte de niños y jóvenes. En España se ha seguido, de forma totalmente consciente y deliberada, por parte de la mayoría de los diferentes gobiernos la filosofía de animar a los jóvenes a experimentar sexualmente. También un fomento de la diversión, acompaña de alcohol y drogas. A lo anterior hay que añadir unas leyes penales que hacen que cualquier menor que cometa un delito quede prácticamente impune. Esa suma está produciendo que los números de agresiones sexuales por parte de menores se hayan disparado.
Vivo en Houston, Texas, donde el acceso a la pornografía es el mismo que en España. Pero no existe esa promoción de la promiscuidad desde gobiernos y escuelas; ni tampoco se anima a los jóvenes a divertirse, sino a trabajar. Por supuesto, las leyes para los menores que delinquen son muy duras. Todo eso hace que los delitos sexuales producidos por menores de edad sean prácticamente inexistentes.
Que no vengan con excusas los politicuchos españoles. Ellos, con sus ideas de libertinaje y que el que la hace no la paga, son los que han producido el actual estado de cosas, que incluye el mencionado aumento de agresiones sexuales por parte de niños y jóvenes. Y seguirá en aumento, porque no solamente no quieren identificar las causas, sino que las soluciones que proponen son totalmente ineficaces.
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