Como ya saben los que leen este blog, me considero un seguidor de Jesús, y pienso que no hay normas de vida más elevadas que las que El nos trajo a la humanidad. Por eso creo que apartarse de ellas no lleva sino a la destrucción personal cuando se hace de forma individual, y a la destrucción social cuando se hace como grupo.
¿Por qué digo eso? Porque creo que el cristianismo ha de ser necesariamente el alma del liberalismo. Entendemos el liberalismo como la libertad personal de hacer lo que uno quiera, siempre que no dañe a los demás. Bien. Pero esa libertad debe tener un alma. Y yo creo que el alma de esa libertad es, o debería ser, el cristianismo. Ese cristianismo que nos habla, en palabras de Jesús, de amar al prójimo como a uno mismo; ese cristianismo que nos habla, también en palabras de Jesús, de actuar con los demás como nos gustaría que los demás actuaran con nosotros si la situación fuera a la inversa.
Por supuesto que el liberalismo puede renunciar al cristianismo como motor de su acción, o, como yo digo, como su alma. Es su derecho. Pero en ese caso dejará de ser un liberalismo humano para convertirse en un liberalismo leonino. Y digo "leonino" con todo sentido. Porque el liberalismo, cuando deja de lado el cristianismo, se comporta como un león; fuerte, instintivo, vencedor, incluso puede que hermoso; pero salvaje, animal, sin alma.
En cambio cuando el liberalismo se comporta en base del cristianismo, poniendo sus principios liberales en función del amor al prójimo y actuando como le gustaría que se actuara si la situación fuera al revés, tenemos un liberalismo tal vez menos vencedor, tal vez menos fuerte, en algunos casos puede que menos hermoso; pero tenemos un liberalismo humano, al servicio del ser humano y de su dignidad, un liberalismo con alma.
Un liberalismo sin alma, nacido para vencer y pasar sobre quien sea; o un liberalismo con alma, nacido para servir y ayudar. Cada cual debe decidir el liberalismo que quiere. Es mi visión del liberalismo, por supuesto. Y es mi decisión también escoger lo que creo que es mejor, un liberalismo con alma, el liberalismo cristiano.
Desde luego todo lo que dices es muy recomendable. Pero lo más importante es que el liberalismo es la única doctrina compatible al 100% con el cristianismo.
ResponderEliminarEl liberalismo sera 100% compatible con el cristianismo, pero sobre que esa relación funcione al revés tengo serias dudas.
ResponderEliminarA no ser que ignoremos 150 años de doctrina social de la iglesia católica, el catolicismo se parece bastante más a la socialdemocracia que al liberalismo.
Es decir, que un liberal no puede ser ni por asomo judío ni budista, ni nada más... Qué genial ¬¬'
ResponderEliminarQué estupidez ¿Qué pasa con las demás religiones y los ateos? El alma de blah, blah, blah... el artículo es un delirio.
ResponderEliminarEl cristianismo es socialista.
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