No les importa armarse de cuchillos de fabricación artesanal, ácido, martillos, piedras y palos para actuar con una gran violencia al intentar cruzar, y hacerlo tanto contra los agentes marroquíes como contra agentes de la Guardia Civil, porque iban armados y su actitud era muy violenta (uno y dos).
Pero lo anterior para estos sujetos no es gran cosa, porque en sus países han torturado, asesinado, violado; sí, es verdad, no todos, pero también es verdad que la inmensa mayoría. Y es que en esos países impera la ley del más fuerte, que sobrevive a costa de machacar al débil, y sin duda que estos forman parte de los más fuertes, como lo demuestra el hecho de que han llegado a Marruecos y después a España.
¿Y pensáis que van a cambiar su modo de comportarse por el hecho de vivir en España? Pobres ingenuos. Ellos, por supuesto, no van a cambiar; pero la que sí va a cambiar con ellos dentro (ya lo está haciendo, y mucho, por lo que me cuentan y lo que leo y escucho) es España. Pero bueno, vosotros sabréis lo que hacéis. O no.
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