Primero. La nueva estrategia de la OTAN considera ataque a su territorio el uso agresivo de la inmigración o el gas. Parece interesante, sobre todo porque desde Marruecos ya se ha usado la inmigración contra España y desde Argelia se amenaza con lo mismo con el gas.
Segundo. España no plantea el estatus de Ceuta y Melilla y considera satisfechas sus demandas con un matiz semántico. Hubiera sido deseable una mención más explícita, pero el hecho de que a propuesta española se introduce un cambio semántico en el documento final al referirse a “la integridad territorial de los aliados” en lugar de “la integridad territorial aliada” no suena mal.
Tercero. EEUU desplegará más destructores en Rota para reforzar la presencia de la OTAN. Podría parecer una concesión de España a Estados Unidos, pero tal vez sea al revés. Y es que hace solamente dos años existía el riesgo de que los americanos desmontansen su base naval en Rota y se la llevaran a Alcazarseguir, en Marruecos, desde donde, en plano Estrecho de Gibraltar, tendrían la llave del Mediterráneo. Por lo tanto, parece que Estados Unidos deja de mirar a Marruecos en cuestiones de defensa y se concentra en España. Si hubiera sido lo contrario España estaría en una grave problema, porque Marruecos, apoyado por Estados Unidos contra España, nunca se sabría hasta donde podría llegar. Por el contrario, con Estados Unidos apoyando a España contra Marruecos, el vecino del sur se lo pensará mucho antes de atacar a España, y si lo hiciera lo más probable es que saldría escaldado.
¿Hubiera sido deseable conseguir más? Por supuesto. Lo óptimo habría sido que Ceuta y Melilla hubieran quedado de forma explícita bajo la protección de la OTAN. Pero, ya que eso parecía complicado conseguirlo, los tres logros mencionados dejan a España al final la Cumbre mejor que estaba al comenzarla. Algo es algo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.