sábado, 12 de enero de 2019

Carta abierta a Carlos López Díaz sobre El Yunque y sobre Vox

Quiero empezar, Carlos, diciéndote que, a pesar de nuestras diferencias ideológicas y religiosas, te respeto profundamente y que considero tus escritos realmente buenos, y que los leo con satisfacción, algunos de los cuales me han enseñado bastantes cosas. Probablemente el sentimiento no sea mutuo y no pasa nada por ello.

Dices en tu tuit que Todos estos «hechos incontestables» se reducen siempre al mismo esquema: «Fulano, que es de Vox, ha coincidido con/es amigo de Mengano, que supuestamente es del Yunque/una supuesta pantalla del Yunque.»

Para tratar la relación Vox-Yunque hay que retrotraerse en el tiempo a cuando traté sobre El Yunque únicamente. En febrero y agosto de 2015 escribí dos textos sobre el tema, más de pasada que otra cosa. Luego escribí otro, un poco más elaborado, el 1 de octubre del mismo año, en el que hiciste un comentario al que no respondí porque creo que lo leí varios días después (en el que, por cierto, nombrabas a Red Liberal, de la que te hablaré después).

En 2016 me hice eco en febrero del libro de Santiago Mata sobre el tema y en marzo de la entrevista a Victoria Uroz en Forum Libertas sobre el mismo asunto. Esa entrevista me llamó poderosamente la atención, porque en ella Victoria Uroz relata con pelos y señales hechos que ella conoció de primera mano. Fue por eso que decidí tirar del hilo y publiqué de lo que me enteré un par de semanas después.

Ahí volviste a comentar, llegando a hacer un juicio de intenciones hablando de "odio irracional". Te respondí que no era odio irracional, sino datos, los cuales demostraban que eran gente muy peligrosa. A ello me respondiste que yo no citaba hechos concretos, así que te dije que los publicaría.

Y lo hice, en una especie de resumen no muy elaborado (creo recordar que por falta de tiempo), una semana después. No te sirvió y lo descalificaste, básicamente por usar como fuente El País, que a su vez no daba su fuente de información. Así que te dije que buscaría más datos y que no fueran anónimos.

Los busqué y los encontré; y los publiqué una semana después. Apoyé las doce carásterísticas del anterior texto con testimonios de católicos conservadores y añadí otras ocho, también de católicos conservadores (un mes después agregué otras tres, basadas en el testimonio de un sacerdote católico; hace un rato puse cinco más, de un joven que los padeció; van 28 características negativas, todas ellas apoyadas en testimonios de católicos conservadores, con nombres y apellidos). Tú, en tu legítimo derecho, no respondiste nada.

A partir de ahí hice amistad con algunas personas que sabían bastante de El Yunque y que en muchos casos sin que yo se lo pidiera me facilitaron documentos esclarecedores sobre esta gente. Fue así, como pude publicar cuatro exclusivas sobre el tema que llegaron a mi email, la de las manifestaciones ante Notario de Victoria Uroz sobre El Yunque (y Hazte Oír, Losada, Arsuaga, etc.), la de los testimonios completos en el juicio donde se ventilaba la relación entre Hazte Oír y El Yunque, la de las conclusiones de la fiscal en el juicio de Hazte Oír y su relación con El Yunque, y el libro Fuego de Fernando López Luengos sobre El Yunque. Además de otros muchos textos sobre El Yunque en los que demostraba incontestablemente su existencia y su peligrosidad.

Tú, legitimamente y sin nada que crticiar por mi parte, nunca comentaste nada.

Pero ahora, cuando me refiero a un texto en el que, en un trabajo personal en el que aporto testimonios de primera mano, vengo a demostrar la relación entre Vox y El Yunque, tú, legitimamente, lo descalificas con una frase (como hiciste con mis primeros textos sobre El Yunque, pero callaste -con todo derecho- cuando las pruebas cayeron -aún más- a montones) y, además, me dices que opinas que tengo "una obsesión muy mala". No voy a opinar sobre si tengo o no esa "obsesión muy mala" que dices, porque nadie es objetivo al hablar de sus obsesiones. Pero creo que tampoco tú eres muy objetivo al hablar de El Yunque y Vox (juntos y por separado). Porque, si en vez de sobre El Yunque (y Vox), yo hubiera escrito la misma cantidad de textos y trabajos personales ensalzando a Vox y su relación con Hazte Oír no creo que tú lo hubieras calificado de "una obsesión muy mala".

Por cierto, llegado a este punto quiero confesarte que tengo, al menos, dos obsesines. Una es la verdad, la otra la libertad. Por esas dos obsesiones me he visto obligado a pagar grandes precios en determinadas etapas de mi vida. Y no las comprometo por ninguna idea (política, religiosa, filosófica, social. etc.). Por esas dos obsesiones me repataea la existencia de un grupo que usa la mentira como arma continuamente y que coacciona a sus miembros y sus exmiembros. También, dentro de mi obsesion por la verdad, está la familia. Y por ello me repatea un grupo que no duda en enfrentar a hijos contra sus padres y que no duda en usar a esos hijos para espiar a sus padres. Y dentro de esa verdad está también la ética, que me dice que el fin no justifica los medios, y que no se puede llegar a un fin bueno (defender la vida, el matrimonio heterosexual, la familia, etc.) a través de medios malos (la mentira, la destrucción de personas y famlias, etc.).

Pero me parece a mí que tú no tienes esas obsesiones por la verdad, la libertad, la familia y la ética en lo que a El Yunque se refiere. Creo que si las tuvieras no escribirías en una de sus plataformas.

Yo, en cambio, fui expulsado de esa Red Liberal que mencionaste en tu primer comentario en este blog por decir que había unos "liberales" que estaban apoyando a violadores ante el silecio de casi todos los demás. Aunque, claro está, esa no fuera la única razón, ni tan siquiera la principal. Fue porque, por defender la verdad y la libertad (a cualquier coste), se tenía de mí la opinión de que era un progre.

Es uno de los precios a pagar por estar obsesionado con la verdad y la libertad. Las de todos y no solamente las del grupo (político, religioso, social, etc.) al que uno pertenece. Que le echan a uno de muchos sitios y en otros no le reciben. Otro precio es que los de extrema izquierda le califican a uno de facha y los de extrema derecha de progre.

Así que, puestas así las cosas, que tú no quieras ver la evidente relación entre Vox y El Yunque y que el que yo la vea y la publique lo consideres "una obsesión muy mala", pues, ¿qué quieres que te diga? Que es tu derecho a opinar eso. Igual que lo es a responder o no a este escrito.

Un cordial saludo, Carlos. Te deseo lo mejor.

4 comentarios:

  1. Quizás la expresión "obsesión muy mala" sea algo ofensiva, por lo que te pido disculpas si así ha sido. Pero no me convencen tus "demostraciones", palabra muy fuerte cuando se trata de testimonios humanos, no de razonamientos matemáticos. Sí pienso que tu actitud ante el Yunque (que ni sé si existe en España u otros lugares, ni si está detrás de HO u otras asociaciones, ni me importa, a decir verdad) deriva de otra más general, que es de franca hostilidad a la Iglesia católica, aunque te apoyes, cuando te conviene, en esos testimonios de "católicos conservadores". Comprenderás que eso me eche para atrás ya de entrada, porque afecta nada menos que a mi fe. De todos modos, te agradezco tu respuesta. Un saludo.

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  2. Permíteme que añada algo que se me ha quedado en el tintero. He dicho que ni siquiera me importa si el Yunque existe y está detrás de las organizaciones que tú dices. Esto requiere una explicación: si fuera cierto que el Yunque, de existir, es una sociedad secreta y que recluta a menores, no lo vería bien, desde luego. Pero tampoco me parecería tan horrible. No creo en absoluto que el fin justifique los medios, pero sí que ESTOS medios no serían tan horrorosos. Y aún así, ya digo, tengo serias dudas de que esta organización esté funcionando en España a día de hoy. Que haya algo de cierto, lo cual no me cierro a admitir, no significa que todo sea cierto.

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