El relato de la violación
es estremecedor. Tanto que el tribunal dice esto:
...Los comportamientos violentos deben ser,
entre todos, los de peor consideración, por los peligros añadidos que la violencia comporta para la víctima, y tomando en cuenta que en este caso concreto la meritada violencia fue anterior y no coetánea a la penetración, valiéndose de la primera fuerza para obtener una falta de resistencia que se estimaba inútil...
Vamos, 20 años en la cárcel. O 15. 10 como mínimo.
Lean lo que el tribunal dice exactamente después de lo anotado anteriormente:
...creemos que la pena debe ser impuesta en los 2 años y 6 meses de prisión.
¿Y por qué esa mínima cantidad después de lo argumentado? Por esto:
El tribunal ha argumentado que se tiene que decantar "necesariamente" por la legislación actual porque es "claramente más beneficiosa para el reo".
Y es que, y esto es sumamente importante, el abogado del violador solicitó que el juicio se pospusiera hasta la entrada en vigor de la ley del solo sí es sí, porque la consideraba más favorable para su defendido. Los jueces se lo concedieron. Y parece que el defensor no se equivocaba:
De esta forma, el condenado se podría haber enfrentado [con la nueva legislación] a una pena de entre 3 y 6 años de cárcel por el delito de agresión sexual aunque el tribunal acuerda en la sentencia "decantarse por la legislación actual, más beneficiosa claramente para el reo al proponer como punto de la bajada el mínimo de la pena señalada por la ley para el delito".
Solo sí es sí. Ese fue el lema con el que salieron a la calle cuando la violación de La Manada y que provocó esta ley. Por eso se llama así. Esta mujer, cuya violación se juzgó ayer, nunca dio su consentimiento, sino todo lo contrario. Su violador debió ser condenado, con la vieja ley en la mano, a entre 3 y 6 años (que tampoco es que sea gran cosa, en mi opinión). Pero ni eso. La ley promovida por la ministra supuestamente más feminista de toda la historia de España (y no, no estoy exagerando), la que supuestamente defiende más activamente que nadie que solo sí es sí, le condena únicamente a dos años y medio.
Por cierto, que parece que en España todos los hombres son señalados como potenciales violadores, mientras que los violadores reales son muy favorecidos desde el Gobierno de Pedro Sánchez en general y desde el ministerio de Irene Montero en particular. Pero la chica dice que no se va. Y el chico no la echa.
Pobre España. Pobres mujeres. Pobres hombres. Favorecidos violadores.
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