del 8-M deseando que la madre de Abascal hubiera abortado, subido a su Twitter por la inefable Ángela Rodríguez Pam, es delito de odio. Qué inocentes. Los delitos de odio se han creado para cuando alguien dice algo contra los izquierdistas.
Pongamos un ejemplo, para que nos entendamos. Si en una manifestación en, digamos, la Plaza de Colón, en Madrid, Santiago Abascal grabara a una muchachada cantando "que pena que la madre de Pam no abortara" y lo subiera a su Twitter, eso evidentemente sería razón para que Santiago Abascal fuera acusado, juzgado, condenado y lapidado socialmente por delito de odio. Pero lo contrario es solamente una muestra de jolgorio y libertad de expresión.
¿Acaso ha habido alguna acusación de delito de odio contra las barbaridades proferidas contra, por ejemplo, Cayetana Álvarez de Toledo, Inés Arrimadas o Isabel Díaz Ayuso? Porque, claro, no son izquierdistas.
Así que nada, los cantos contra Abascal, una chiquillada. Así funciona la ley del embudo.
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