El pedófilo en cuestión,
un sujeto de 25 años,
está obsesionado con contactar a través de las redes sociales con crías cuanto más jóvenes mejor, incluso niñas, con la idea de conseguir fotos y vídeos de ellas de carácter íntimo (se sabe que hay, ojo al dato, al menos once víctimas). Uno más de los muchos canallas que hay en internet.
Pero este tiene una particularidad que le hace muy especial. Le identificaron. Y le arrestaron. Pero el juez le puso en libertad. Lo siguiente que hizo fue a volver a la carga con la misma obsesión pedófila. Y le volvieron a localizar y arrestar. Pero el juez también siguió con su misma obsesión de ponerle en libertad.
Dos veces identificado por algo tan grave como conseguir fotos y vídeos sexuales de crías (fue arrestado, ojo al dato de nuevo, nada más y nada menos que por los delitos de prostitución y corrupción de menores), dos veces arrestado y dos veces puesto en libertad.
Pero no os perdáis el final del artículo:
Está en la calle, solo con órdenes de alejamiento y prohibiciones de comunicaciones con las muchachas. Ahora se sabe que ha vuelto a la carga, con tres o cuatro menores más en sus redes.
Es España.
Por cierto, ¿dónde están Pam, Irene Montero y Pedro Sánchez ante casos así? Me pregunto. ¿Y la oposición, para reclamar que se cambien las leyes para que casos así no puedan suceder? Me pregunto también.
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