La entrevista concedida por los asesinos de ETA al diario Gara no es nada más que más de lo mismo: Exigencias, extorsión, chantaje, amenazas; todo ello en clave de lograr sus objetivos políticos a cambio de dejar de matar; por supuesto, de humildad y arrepentimiento, nada de nada.
Y por parte del Gobierno tenemos también lo mismo de veces anteriores. Un Rubalcaba que sale a decir con la boca chica que 'Todavía no tenemos la convicción de que ETA quiere poner fin a la violencia'. Y por parte de Zapatero un clamoroso silencio ante la prepotencia de los asesinos.
Que ante las exigencias políticas de una pandilla de asesinos, el Presidente del Gobierno de España responda con un cobarde silencio, me parece totalmente humillante. Qué bajo hemos caído. Y lo que tendremos que caer.
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