miércoles, 26 de enero de 2011

Obama se equivoca, Estados Unidos sí tiene enemigos

"No hay muros que separen el Este y el Oeste, no hay ningún rival alineado contra nosotros", es lo que dijo Obama en el discurso que pronunció ayer sobre el estado de la Unión. Y se equivoca enormemente.

En primer lugar, Estados Unidos tiene un enemigo que es China, cuyo sistema político es no solamente opuesto, sino también incompatible con el de Estados Unidos. El comunismo es expansionista por definición, y China lo está demostrando sobradamente. Tenemos el ejemplo pasado de Hong Kong y el presente de su lucha por Taiwan. Algunos podrán argumentar que son cuestiones de pura soberanía nacional. Pero también está el claro asunto de Corea, donde China está dispuesta a colaborar para que el régimen del lado norte caiga, a cambio de que una Corea unida quede bajo su ámbito de influencia. A lo que hay que añadir que cada vez China está ganando más influencia sobre América Latina (por ejemplo, Brasil y Argentina). Puede ser que no sea tan evidente como en los tiempos de la Unión Soviética, pero el comunismo sigue siendo un enemigo tan temible hoy como ayer.

En segundo lugar, Estados Unidos tiene otro enemigo que es el fanatismo musulmán, liderado por Arabia Saudí (uno de los, teóricamente, mayores y mejores aliados de los americanos, curiosamente). Es de sobra conocido que ese fanatismo no pretende serlo solamente en sus propios países, sino que aspiran a ejercerlo en todo Occidente en general y en Estados Unidos en particular. La destrucción del sistema de libertades como forma de gobierno y de Estados Unidos como su máximo representante es una meta de este fanatismo musulmán que no se le escapa a nadie con dos dedos de frente.

Pero Obama no quiere ver esos dos evidentes enemigos. O, lo que es peor, sí los ve, pero no quiere reconocerlos públicamente. Y lo que es infinitamente peor, valga la redundancia, es que con ambos está colaborando económicamente. A China le compra todo lo que fabrica, que es casi todo, dinero que China se está gastando en armarse hasta los dientes. A Arabia Saudí y países semejantes les compra petróleo, ingresos que ellos utilizan para financiar el terrorismo contra Estados Unidos.

Puede ser que Estados Unidos esté resolviendo un problema en el presente colaborando económicamente con sus enemigos. Pero mucho me temo que las consecuencias de esa ceguera serán muy lamentables en un futuro no demasiado lejano.

2 comentarios:

  1. Se equivoca de cabo a rabo. No se si por ingenuidad o por servilismo. En cualquier caso, un engaño al pueblo estadounidense.

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  2. Claro que los tiene, los ha tenido y los tendrá. Es el precio que tiene que pagar por defender la libertad y la democracia. Sin duda se les puede criticar por muchas cosas, pero son un gran país que ha demostrado en muchas ocasiones lo duro que resulta luchar contra toda clase de socialismos y fascismos. De todas formas, cuanto antes echen a este presidente, será mejor para ellos y el resto del mundo.

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