Cuando la extrema izquierda en el Congreso de los Diputados propuso una comisión de investigación sobre la pederastia y su protección en la Iglesia Católica y el PSOE en principió pareció apoyarla, mientras PP y Vox se oponían, la verdad es que albergué ciertas esperanzas de que se hiciera algo que mereciera la pena en ese sentido.
Mis esperanzas empezaron a colorearse de gris cuando el PNV navegó entre dos aguas y el PSOE pareció seguirle. Por eso me pregunté si el PSOE iba en serio.
Al final la cosa se torció con la propuesta de Sánchez de que fuera el Defensor del Pueblo y no el Congreso la institución que investigara la pederatia y su protección en el seno de la Iglesia Católica. Que la cosa no iba por los caminos debidos era evidente porque la extrema izquierda siguió buscando dar algún papel al Congreso. Al final Podemos retiró su propuesta y la que se votó fue la aguada socialista, que salió adelante con el apoyo de la extrema izquierda y, mucho ojo al dato, el PP.
¿Por qué destaco ese apoyo del PP? Porque nada que pueda hacer algún tipo de daño a la Iglesia Católica será apoyado por el partido confesional católico por excelencia, el Partido Popular. Si dicha formación apoyó la propuesta es lisa y llanamente porque ya saben que todo quedará en agua de borrajas y nada claro saldrá que nos haga conocer realmente lo que pasó dentro de la Iglesia Católica en España con la pederatia y su protección.
Finalmente será la institución del Defensor del Pueblo quien dirija toda la investigación. Y allí serán el títular, el socialista Ángel Gabilondo, católico no practicante que iba para fraile, y la adjunta, la pepera Teresa Jiménez Becerril, los que estarán al frente.
Una vez más el Gobierno y el Congreso de España se han achicado ante la Iglesia Católica, un poder fáctico donde los haya. Del PP (repito, partido en la práctica confesional) puede esperarse algo así y más. Pero ¿también del PSOE? Pues sí, también. Los socialistas tienen una historia de armar mucho lío cuando están en la oposición, pero una vez que llegan al Gobierno tragarse sus anteriores palabras y volverse genuflexos ante la Iglesia Católica. Genuflexión en la que esta vez han estado acompañados, por increíble que parezca, por toda la extrema izquierda parlamentaria, tal vez no por razones religiosas, pero sí de prevendas políticas, algo a lo que ya nos tienen acostumbrados.
Sin duda alguna, también en esto, Spain is different, porque, a diferencia de como se han hecho las cosas en otros países, un tema tan gravísimo como la pederastia y su protección en el seno de la Iglesia Católica quedará cerrado completamente en falso y resuelto (es un decir, claro) de mala manera. En España la Iglesia Católica fue intocable, lo sigue siendo y mucho me temo que así seguirá.
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