He visto el primer cara a cara entre Feijóo y Sánchez. Interesante. Vaya por delante, eso sí, que ya he dejado claro
por aquí que las ideas del gallego no me gustan nada. Y las del madrileño mucho menos.
Pero hay que reconocer que Feijóo tuvo dos muy buenas intervenciones parlamentarias, planteando preguntas concretas e igualmente propuestas precisas, en tono duro pero totalmente educado. Por lado de Pedro Sánchez, pues más de lo mismo; chulería, escurrir el bulto, descalificar, recurrir a temas que no tienen nada que ver, no responder a las preguntas que se le hacen y mostrarse hasta faltón; un macarrilla de barrio, vamos. Y para terminar decir que me llevé una agradable sorpresa con el presidente del Senado, que dejó debatir tranquilamente y que prefirió avisar a Feijóo en vez que cortarle el micrófono, algo que hace constantemente en las sesiones de control la presidenta del Congreso.
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