Y, claro, la consecuencia no se ha hecho esperar: “La afirmación de que Argelia recibe instrucciones de Moscú es otro insulto a los argelinos que están tan orgullosos de su independencia y de una política exterior soberana”, comenta a este diario Yahia Zoubir, un analista de raíces argelinas bien conectado con el poder político y militar que gobierna en Argel.
O sea, que en vez de aplacar al Gobierno argelino, o al menos permanecer callados para que no se enfurezca aún más, lo que este Gobierno, capitaneado por Sánchez, está haciendo es ofender todavía más a los argelinos. Argelinos que están tomando buena nota de todas estos agravios y que pasarán la factura a España en el momento que más les convenga a ellos.
Pedro Sánchez, apagando el fuego con Argelia con gasolina. Por cierto, me sigo preguntando lo mismo. ¿Ayudar a Ghali para esto?
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