Los últimos asesinatos masivos e indiscriminados en Estados Unidos creo que están en la memoria de todos. Ya expresé mi opinión sobre la famosa Segunda Enmienda. Derogar esa enmienda no parece posible, por el masivo apoyo no ya del Partido Republicano (que también), sino de los ciudadados estadounidenses. Pero algo se puede hacer.
Como se ha dicho vez tras vez, en muchos estados de Estados Unidos es más fácil para un joven de entre 18 y 20 años comprar el famosísimo rifle AR-15 que una cerveza. Por más que casi todas las decisiones se puedan tomar libremente a los 18 años, la mayoría de edad legal en Estados Unidos es a los 21 (por eso la prohibición de comprar alcohol hasta esa edad). Sería, por lo tanto, sumamente fácil subir la edad para comprar armas a esa edad. También suena lógico sacar de los posibles compradores a quienes hayan sido condenados por cualquier razón. Y a los que tengan determinados problemas mentales. Pedir, tras esas medidas, un tiempo de espera de entre dos y cinco días para que la tienda pueda conseguir el expediente penal del comprador suena lógico.
Son medidas defendidas por el Partido Demócrata, pero que creo que son de sentido común. No acabarían con los asesinatos masivos e indiscriminados. Pero posiblemente los limitaría, salvando vidas. Y, de paso, aseguraría que las armas solo estarían al alcance de personas maduras y honradas.
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