La política española la verdad es que, vista en plan espectador, es divertida.
Si hay elecciones en noviembre la diversión (a lo grande) va a venir, como dije, cuando se dirima ese duelo a la luz del sol entre PSOE y Podemos, entre Sámchez e Iglesias.
Pero es que si Pedro Sánchez acepta la que parece será la última propuesta de Pablo Iglesias de incluir como ministros a, entre otros, Irene Montero y a Pablo Echenique (cosa que no creo, pero habrá que ver como Sánchez consigue salir del atolladero), entonces la diversión puede que sea mayor y más dilatada en el tiempo. Sinceramente, no sé que prefiero, si unas elecciones anticipadas o a estos personajes como ministros. Un gobierno que, dicho sea de paso, no creo que fuera de muy larga duración, porque, al igual que Sánchez temía con Iglesias, los de Podemos irían de por libre.
En fin, que por un lado o por otro el sainete de la política española nos garantiza la diversión a los espectadores.
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