Hace un par de días en la tertulia de Las Mañanas de RNE, hablando de Vox.
Una tertuliana en el punto 33m.34s:
...Ojo, cuestiones como la inmigración hay que tratar con exquisito cuidado, con exquisito cuidado porque puedes alentar bajos instintos de unos sectores sociales, y eso, hay que moverse con todas las cautelas posibles.
Un tertuliano en el punto 36m.05s:
Ellos quieren provocar este cambio cultural y en esto intentan seguir las directrices de Trump y de otros populistas del mundo para intentar crear un caldo de cultivo y unos debates sociales que estaban superados y que efectivamente lo que hacen es instigar los peores instintos.
A este paso a mí, que está claro mi antivoxismo para todo aquel que siga medianamente este pequeño rincón, me va a acabar gustando Vox. Tiene narices que estos periodistas progres tengan miedo de que Vox haga aparecer e instigar los bajos y peores instintos de determinados sectores sociales en custiones como la inmigración.
En este punto yo podría mencionar la alerta antifascista de Pablo Iglesias o la caza del votante de Vox que se desató cuando Vox consiguió su muy buen resultado en Andalucía. Pero no profundizaré en ello.
Donde quiero ir es a que con el tema de la inmigración el progrerío patrio se equivoca por completo. No es que Vox vaya a crear el caldo de cultivo, es que el caldo de cultivo ha creado a Vox, que es muy diferente. Caldo de cultivo que han creado las políticas de puertas abiertas (en la práctica) hacia la inmigración de los gobiernos de Zapatero, Rajoy y Sánchez. Y la gente ya se está cansando. Por eso votan a Vox.
Cuando sucedan los actos contra los inmigrantes (que ya han empezado), intentarán culpar de ellos a Vox. Y eso, queridos (es un decir) progres, es mirar al dedo y no a la luna. El problema no es Vox, sino la inmigración. Lo único que está haciendo Vox es aprovecharse de un malestar general. Y si no es Vox será otro.
Podrán intentar acallar y ocultar la problemática (como han hecho en el reciente caso de la violación en grupo a una chica en Manresa), pero se quedará en eso, en el intento. Se puede engañar a todos algún tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero lo que no se puede es engañar a todos todo el tiempo. Y el progrerió español lo verá en su momento con las desastrosas consecuencias sociales de las erróneas decisiones que ellos tomaron y siguen tomando. No hay peor ciego que el que no quiere ver. Pero una parte de la sociedad acabará abriendo los ojos. Tarde, pero los abrirá. A pesar de periodistas como los enlazados en este texto.
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