Hay que viajar en transporte público porque el coche contamina mucho, hay que moverse en bicicleta por lo anterior y porque es bueno para la salud, hay que poner muy poco el aire acondicionado en verano porque hay que ahorrar energía, hay que poner muy poco la calefacción en invierno porque igualmente hay que ahorrar energía, hay que dejar de comer carne y volverse vegano porque es más saludable y para respetar a los animales.
Es más o menos como yo vivía hace 50 años, cuando tenía nueve. Mi familia no tenía automóvil, así que viajábamos en autobús, tren y metro; mi hermano iba a visitar a su novia en bici. En casa no había aire acondicionado, así que en verano usábamos un par de ventiladores, abríamos las ventanas, nos íbamos al parque. Tampoco teníamos calefacción, así que en invierno nos apañábamos con un brasero, una estufa de butano de tres quemadores y otra estufa eléctrica de dos resistencias. Nunca pasamos hambre, pero comíamos carne un par de veces por semana (aunque nunca faltaba el chorizo en casa).
Luego progresamos. Compramos un automóvil usado, luego uno nuevo. Pusimos radiadores eléctricos de pared en todas las estancias salvo en la cocina (allí se trasladó la estufita de dos resistencias) y en el cuarto de baño; nos deshicimos de la estufa de butano. Comer carne se convirtió en algo normal todos los días. Eso sí, nunca tuvimos aire acondicionado, aunque compramos un aparato eléctrico móvil que, con un sistema de agua, enfriaba bastante bien, frío que esparcíamos con los ventiladores (creo que en ese punto teníamos tres); así que, la verdad, era casi lo mismo que el aire acondicionado de hoy en día.
Y ahora, para mi sorpresa, veo que todo ese progreso se está yendo al traste en la sociedad española. Curiosamente por los progresistas de la política (los cuales, claro, no se privan, entre otras muchas cosas, de su automóvil, su aire acondicionado, su calefacción y su carne). Os están comiendo el coco y no os dais cuenta de que estáis retrocediendo 50 años. Y encima a eso le llaman progreso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.