Desde luego que los nacionalistas lo han hecho de forma rematadamente sectaria en el País Vasco durante el tiempo que llevan en el poder, y que desde ese punto de vista la alternancia de Gobierno uno no puede verla sino como algo esperanzadamente positivo. Y digo "esperanzadamente positivo" porque me da la impresión que es más lo primero que lo segundo. Tengo esperanzas, pero me cuesta ver la realidad de lo positivo, aunque espero que el tiempo me quite la razón, si bien me temo que me la dará y mis esperanzas se irán al cubo de la basura.
Sé que el párrafo anterior puede ser contradictorio, pero es que, deseando yo, como mal menor, la Presidencia del País Vasco para el socialista Patxi López antes que para el nacionalista Juan José Ibarretxe, no por ello puedo evitar sentir un indeseable olor en mis narices políticas. Intentaré explicarme.
No me gusta el cariz que están tomando las cosas con el apoyo del PP a Patxi López. Lo lógico sería un Gobierno de coalición, para dar el giro a las cosas; y aún con más razón cuando estamos hablando de un partido, el socialista, que va a llegar a la Presidencia sin ser ni de lejos ni el más votado ni el que cuenta con más escaños en la cámara vasca. Pero los socialistas al parecer no quieren ni oír hablar de ir del brazo de los del PP. Mal asunto que quieran su apoyo pero no quieran gobernar con ellos.
Pero es que, para más motivos para la desconfianza, parece que no va a haber ni un mal papel escrito que marque las directrices de los socialistas el frente del Gobierno Vasco. Absolutamente nada que les comprometa. Es decir, manos libres para hacer lo que quieran. ¿Y qué van a hacer? Pues nadie lo sabe. Aunque uno, desconfiado por más que esperanzado, se teme que algo parecido a lo que hicieron en Galicia y siguen haciendo en Cataluña y Baleares. Por algo querían gobernar con el PNV, si bien colocar a Patxi López en el sillón más grande fue el escollo insalvable.
Eso sí, los del PP se quedan con la Presidencia del Parlamente Vasco. Supongo que para sacar pecho y ocultar los malos resultados.
Más bien me parece todo esto un mero cambio de sillones, donde los socialistas están llegando al poder vasco a cambio de entregar la Presidencia del Parlamento a los populares, pero con la esperanza de una vez que estén asentados en el Gobierno poder sacar su política adelante con el apoyo de los nacionalistas. Y si ello es así, la verdad es que para este viaje no hacían falta alforjas.
De todos modos le doy el beneficio de mi esperanzada duda a Patxi López como Lehendakari con el apoyo del PP. Pero eso no evita que, desestimado el Gobierno de coalición y ni tan siquiera un programa claro por escrito, me parezca que en el País Vasco algo huele a podrido en este acuerdo entre socialistas y populares. Algo... o mucho.
Esta mañana oí de pasada en la radio que estaban pactando (PSE y PPPV) hasta los mapas del tiempo en ETB.
ResponderEliminarQuizás se trate de gestos a la galería, el PSE tiene miedo de que lo relacionen (demasiado) con el PP, pero entre bambalinas se lo están tomando en serio.
En fin, veremos que tal.