Por parte de Podemos porque muchos de sus votantes ya le están viendo las orejas al lobo, y una buena parte de esos descontentos son candidatos a irse a Ciudadanos, un partido que habla de regeneración y que, al menos hasta ahora, está limpio de corrupción y de fanatismos. Desde el PSOE porque después de su fallido acuerdo con Ciudadanos una parte de sus votantes puede sentir la tentación de votar a dicho partido, visto el nulo empaque del líder socialista, así como la limpieza de los otros. Y el PP claro está que va a intentar recuperar todos los votos posibles que le abandonaron para irse al partido naranja, aprovechando para ello sobre todo el pacto de los de Rivera con el PSOE.
Y para lo anterior, por parte de los tres partidos mencionados, va a valer, como en la guerra, todo contra Ciudadanos. O sea, absolutamente todo. Así que Ciudadanos se puede ir preparando. La campaña electoral contra dicho partido va a ser a cara de perro. Y lo dicho, la anterior será un aútentico juego de niños comparada con ésta.
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