Ayer hice mención a un editotal de LD sobre las elecciones vascas. Pero después me di cuenta de que dicho editorial tiene un error.
El punto álgido del constitucionalismo no fue allá por 2001, sino en fechas muchísimo más cercanas, ya que estuvo en 2009, en el que la suma de los diputados del PSOE, PP y UPyD dio un total de 39, que consiguió arrebatar la Presidencia al PNV.
De eso, que parece que sucedió hace una eternidad, han transcurrido tan solo siete años y medio. Y de aquello se ha pasado a esto: la probabilidad de que PP, PSOE Y Ciudadanos sumen 17 escaños juntos; o sea, mucho menos de la mitad de entonces y la irrelevancia más absoluta (más allá de la que les puedan otorgar la componendas de la partidocracia).
Evidentemente una sociedad vasca enferma, en la que el PNV, el partido que recogía las nueces del árbol atizado por los terroristas de ETA, es lo menos malo de todo.
Es por la transferencia de la educación a la autonomía vasca, los nacionalistas han sabido adoctrinar muy bien a los niños, ahora ya votantes.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo. En Estados Unidos creo que la educación es responsabilidad de las ciudades. Pero en un país como España, con los graves problemas de separatismo, siempre debió ser del gobierno central.
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