Brutal. Y más aún, ridículo hasta donde llega el buenismo en la política penitanciaria en España, con unos sujetos que deberían estar encerrados las 24 horas del día y punto. Y terrible la posición en la que se deja a los funcionarios de prisiones 
obligados a lidiar con estos 
elementos.



 
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.